En la mina san José,
treinta y tres almas mineras
un cierto día quedaron
atrapadas bajo tierra,
llegó el milagro de
Dios, para que éstas no murieran,
nunca perdieron la fe,
de que por ellas vinieran!
Todo Chile padeció, y
el mundo entero que viera
a esos hombres cual
sufriendo, nunca jamás se rindieran,
fueron pasando los
días, y una carta apareciera
expresando ¡Estamos
vivos! Con emoción escribieran.
Allí comenzó el
trabajo, siendo una ardua tarea
cumpliendo con la
labor, para llegar a la meta,
excavando la montaña
como así se estableciera
junto al compás del
reloj, aunque las horas cayeran.
Así llegaba otro día, y
por fin amaneciera
cada rato que pasaba,
se estaba un poco más cerca
del rescate que esos
hombres, pensando se estremecieran,
quizás soñando
despiertos, unas sonrisas nacieran!
Y llegó el día
esperado, después de contar setenta!
que guardó la
Pacha Mama, querida patria chilena,
hoy volvieron a nacer
desde el vientre de la tierra,
y el Dios vivo los
bendice, en especial primavera!
Con todo mi afecto, y
con la inmensa felicidad
que hoy siente mi
corazón,
dedico esta humilde poesía,
dedico esta humilde poesía,
a mis queridos hermanos
chilenos!
13 / Octubre / 2010
Alabado eternamente
seas mi amado Jesús,
por todos los milagros
que realizas cada día!
Cada niño, cada vida
que nace al mundo,
es un milagro tuyo!
Gracias Señor por estas
treinta y tres vidas,
que volvieron a nacer!
Eres el Dios viviente
que existe para todo aquél
que te busque y te
guarde en su corazón!
El mismo Dios que nos ha
dejado
estas palabras, y el preciado contenido
estas palabras, y el preciado contenido
que no debemos olvidar nunca…
porque tu Jesús haces
realidad lo que dijiste…
"Yo estaré siempre con vosotros cada día,
"Yo estaré siempre con vosotros cada día,
hasta el ultimo día del
mundo” Amén!
Mónica L.
Aicardi
O.R – D.R – SADAIC
O.R – D.R – SADAIC
La Plata – Buenos Aires
Rep.
Argentina